lunes, 10 de julio de 2017

NAZILANES (LANDMESSER.CAT)

"Aunque parezca asombroso su popularidad crece y crece haciéndose imparable entre los más simples. De manera incomprensible el nacionalismo consigue la simpatía de un cada vez mayor número de personas en el territorio en el que está implantado y tiene presencia. Apela a la carga emotiva de la cultura propia y el apego a la tierra. Usa el atractivo argumento de lo que eufemísticamente llaman la diferencia con otros pueblos y que a nadie se le oculta esconde una gran carga de sentimiento de superioridad. Todo ello bañado de referentes propios como muestras folclóricas y lingüisticas. Es ambicioso en su faceta geográfica. No se contenta con reivindicar el gobierno sobre las fronteras actuales sino que extiende su visión a otros territorios anexos. Esgrime para ello argumentos de carácter idiomático, antiguas leyes no escritas o perdidas, semejanzas de paisaje.. Maneja con soltura los símbolos identitarios para agrupar bajo los mismos a las masas acríticas cegadas por los oropeles de la estética propia y "diferenciadora" del resto de los pueblos. Azuza a sus seguidores contra el opresor, el otro. Necesita de un enemigo encarnado y concreto sobre el que volcar sus viscerales argumentos. Inventa sin pudor sus mitos históricos para dar base a su existencia y a la supuesta cultura propia y diferente. Usa del patriotismo en su sentido más barato y demagógico. Tiende a justificar lo injustificable mientras favorezca su causa. Disfraza de democráticos sus dogmatismos y trata de imponerlos a los disidentes de sus planteamientos con una creciente agresividad que empieza en el ostracismo al otro y su ridiculización como minoría- cuando es el nacionalismo el minoritario-, y nadie sabe donde puede terminar. Arrincona al que opina diferente como políticamente incorrecto en el mejor de los casos y como enemigo en el peor de ellos. Usa de las demostraciones públicas, culturales, deportivas, para enaltecer lo propio por encima de lo ajeno. Permite, cuando no fomenta, de manera soterrada la presión social contra el opositor político. Adopta una postura defensiva bajo un victimismo en el que siempre son otros los que tienen la culpa de sus males y tras la cual se oculta una actitud beligerante y ofensiva. El nacionalismo es la prueba de la decadencia y la vuelta atrás. Es el refugio en la frontera reductora de horizontes. Es lo opuesto al progreso."

- Ulrich Riechstein- Universidad de Lovaina- 1923- Sobre el ascenso del sentimiento nacionalista en la Alemania de entre guerras- (*)






(*) Personaje, como el texto, de mi invención.




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